¿Alguna vez sirvió una copa de vino blanco fresco y frío y notó algo extraño en el fondo de la copa? Si es así, no se preocupe, ¡es solo sedimento de vino! El sedimento del vino consiste en células muertas de levadura, cristales de ácido tartárico y otros residuos de uva que pueden salirse de la suspensión a medida que el vino envejece.